2012-10-31

Palabras de José Yanguas y Miranda

"El diccionario de las antigüedades de Navarra, que doy al público, no tiene por objeto la estéril investigación de las inscripciones griegas ni romanas, ni de las lápidas y medallas, que simplemente designan los nombres de los monarcas y de los pueblos que han dejado de existir, y cuya memoria está casi del todo borrada por el transcurso de los tiempos. Estudio sería este que no haría más que reproducir inútilmente lo que ya se tiene dicho antes de ahora, sin adelantar un paso hacia la verdad.
La historia filosófica del género humano debe estudiarse siguiendo las huellas de la sociedad, donde luchando sin cesar el interés individual, en sus extravíos, con el interés de todos, se ven los varios resultados de este choque eterno de los hombres, entre sí, y los vicios y virtudes que producen sus necesidades naturales o ficticias.
Por tanto la base esencial de mi trabajo es la de que todos sus artículos se prueban con escrituras del precioso archivo de la antigua Cámara de Comptos de Navarra, para el cual debe servir al mismo tiempo de índice general, porque nada he omitido de cuanto contiene interesante, y de lo que puede ser de alguna utilidad para la historia de la civilización y de las costumbres, a que se dirigen mis investigaciones.
He añadido lo que me ha sido posible reunir del archivo general del Reino, o de las antiguas Cortes de Navarra, y de otros, y las noticias históricas necesarias para la aclaración de algunas materias, particularmente cuando sus autores se apoyan en documentos.
En lo demás he prescindido del todo de lo que han escrito los historiadores, porque mi plan se funda en hechos positivos; muchos de ellos coinciden con la historia; otros la rectifican, y otros en fin pueden servir para explicar lo que sus autores no tuvieron presente, o no lo creyeron necesario, en aquellos tiempos en que nuestros cronistas fijaban menos la consideración en indagar el espíritu del siglo que en las guerras y batallas prodigiosas, pintando casi siempre con exageración los vicios y virtudes de los monarcas, y dejando en silencio lo relativo a las costumbres de los pueblos y de su estado social, porque solo escribían la historia de los reyes, no la de los hombres".

José Yanguas y Miranda
Diccionario de Antigüedades del Reino de Navarra
Iruñea 1840

No hay comentarios:

Publicar un comentario