2014-07-09

Altsasu: Txistu


Cruz Mari Martínez, Imanol Lobo, Margari Iglesias, Jesús Irisarri y Josetxo Lumbreras, de izquierda a derecha.


"Ayer, día de San Pedro, era un día señalado en el calendario festivo de Alsasua.
Es más, para muchos, es la principal fiesta de la villa.
Como manda la tradición, los festejos arrancaron con la salida de la corporación municipal
con los txistularis hacia la campa de San Pedro.
Y es que los alegres sonidos de este instrumento
acompañan a los alsasuarras en todas sus celebraciones.

De que así sea se encarga la Banda Municipal de Txistularis,
integrada en la propia institución, como destaca Cruz Mari Martínez, el más veterano.
Este será su 45º San Pedro, tres años menos que el gran Ramón Delfrade,
que puso la banda sonora a esta fiesta durante 48 años.
En la actualidad la banda está formada por cuatro txistus:
Margari Iglesias, Jesús Irisarri e Imanol Lobo
además de Martínez y Josetxo Lumbreras, atabalari.
En ocasiones, por motivos laborales, este último es sustituido por Ángel Aldasoro.
Así ha sido estos pasados días, durante las celebraciones de San Juan
que junto con las de San Pedro tienen un especial significado en Alsasua.
Esos días, los txistularis dejan su uniforme de camisa blanca y pantalón gris
para vestir íntegramente de blanco, con el chaleco verde en San Juan y rojo en San Pedro.

Estos txistularis, ttunttuneros como también se les llama en la villa,
se reconocen herederos de una tradición en la que marcaron camino maestros
como Delfrade, José Urizar o Pedro Rubio entre otros.
Precisamente, estos dos últimos fueron los artífices de que un grupo de jóvenes
aprendieran este instrumento a finales de los años 60,
tiempos de cambios en los que Alsasua dio su definitivo salto hacia una sociedad industrial.
Uno de aquellos chavales era Martínez. “Hacía falta gente en la banda y nos propusieron
a un grupo de chavales aprender a tocar el txistu”, recuerda.
Alumno aventajado, una vez dominó la jota, porrusalda, kalejira y zortziko,
entró en la banda en 1969. Tenía 13 años.
“Mi primera salida fue a casa de Nicolás Azurmendi, el día que cantó misa”, señala.
Eran otros tiempos, en los que la Iglesia tenía un papel destacado
y el acceso a la música no era fácil. Así, no es extraño que todos los domingos
la plaza de los Fueros, entonces de España, se transformara en una gran sala de baile
con los conciertos de la banda de Alsasua.
“Los txistularis tocábamos en los descansos. También se ponía a ratos una gramola.
Había mucha participación y un buen ambiente”, afirma Martínez.

Este txistulari incide en el carácter municipal de la banda.
“El txistu ha sido un instrumento muy bien tratado y considerado por los diferentes ayuntamientos.
Y así debe seguir siéndolo”, abunda.
“Han pasado corporaciones de todos los colores pero tanto el txistu como los txistularis
siempre hemos estado al margen de cualquier partidismo o ideología”, observa.
Al respecto, destaca que “el txistu es patrimonio de todos. Alsasua y los alsasuarras
debemos sentirnos orgullosos de haber mantenido este instrumento de una manera tan viva
y tan presente en todo nuestro calendario festivo.
Así nos lo han transmitido en más de una ocasión importantes musicólogos y folkloristas”.

En relación al futuro del txistu en la villa, Martínez apunta que
“el relevo generacional parece que está asegurado”.
En este sentido, indica que bastantes chavales
estudian este instrumento en la Escuela de Música
y la existencia de Burundarrak, un grupo formado por una quincena de txistularis
del valle de Burunda, desde Ziordia hasta Bakaiku.
De la Escuela de Música procede Imanol Lobo, de 16 años, la última incorporación de la banda.
“Lo difícil es que los jóvenes se comprometan a cumplir con un calendario”, apunta.
En el convenio con el Ayuntamiento hay establecidas alrededor de 15 fechas al año.
Comienza el mismo 1 de enero y continúa en Santa Águeda, carnavales, Cruz de Mayo,
San Juan, San Pedro, Erkuden, Bargagain, fiestas, ferias, Olentzero…
unas festividades que dan muestra del abultado calendario festivo alsasuarra.

En sus salidas interpretan un repertorio variado: biribilketas, jotas, fandangos, arin-arin
aunque la pieza reina es el zortziko, una versión propia de ingurutxo.
Y es que el txistu forma parte de la identidad cultural alsasuarra, donde ha sido elemento
conservador y difusor de una tradición musical que ha llegado hasta nuestros días.
“El zortziko también se ha versionado e interpretado por otros instrumentos
y agrupaciones musicales como fanfarres, banda de música, gaiteros, acordeones
e incluso con música y letra como aparece en el CD Antología I de Trasteando”,
indica Martínez, quién destaca la tradición txistulari de Alsasua".

"Diario de Noticias de Navarra"               
30-6-2014                
(resumen)                


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