2015-06-21

Leitza


Hasta ahora se han realizado labores de limpieza de la torre y su entorno.

















"Fruto de cuatro años de negociaciones, el Ayuntamiento de Leitza compró en febrero de 2012 los terrenos donde está ubicada la torre de Ibero, un conjunto arquitectónico medieval único que corría el riesgo de desaparecer por su abandono. El objetivo era rehabilitar este complejo por fases como atractivo turístico. Transcurridos más de tres años, los trabajos realizados hasta ahora, así como diferentes elementos relacionados con las ferrerías, se pueden ver en la exposición que se abrirá al público hoy día 16 en el Lavadero. Se podrá visitar durante los próximos 20 días, en horario de. 11.00 a 13.00 por la mañana y de 18.00 a 20.00 por la tarde.

“Las edificaciones y sus ruinas fueron cedidos por sus antiguos propietarios al pueblo de Leitza”, destaca Juan Mari Barriola, concejal la pasada legislatura, al tiempo que explica que con la ayuda de Cederna Garalur se realizó la limpieza del interior de la torre, con el desescombro y retirada de la maleza. Asimismo, se desbrozó el entorno del conjunto. Por otro lado, se realizaron catas arqueológicas y se desvió el curso de agua que anegaba la entrada de la torre.

“A partir de ahora se elaborará un nuevo plan de actuación para seguir con su recuperación”, apunta Barriola. Al respecto, señala que en fechas recientes tuvo lugar una visita con los responsables de patrimonio de Príncipe de Viana, Jesús Ascunce y Javier Sancho, con el fin de hacerles partícipes de la urgencia de recuperar la cubierta de la torre. Y es que peligra que se venga abajo la construcción por la altísima pluviometría del lugar. “Éstos remarcaron la singularidad y la importancia del conjunto, mostrando gran interés en colaborar en la recuperación”, abunda. Próximamente se prevé limpiar el interior de la ferrería sacando los lodos que colmatan todo el interior.

Situado a orillas del Urumea, cerca de Goizueta, el conjunto está formado por una torre, una ferrería, un caserío y 34 hectáreas de monte comunal, al que se accede por un puente de piedra de sillería. Se trata de un patrimonio de valor histórico y cultural al que el pasado año la Dirección General de Cultura-Príncipe de Viana declaró como Bien Inventariado. Según esta institución, la estructura se remontaría a la época de Carlos II de Navarra, entre 1349 y 1387.

Tras pasar por varios propietarios a lo largo de los siglos, en 1892 fue adquirido por la Sociedad Mutua Contra Incendios de Leitza, conformada por el propio Ayuntamiento y un grupo de vecinos, a modo de inversión, para hacer frente a accidentes, incendios y desastres, un seguro de la época.

La compra de Ibero, con una inversión de 270.000 euros subvencionada el 30% por el Gobierno de Navarra, supuso la culminación de un proceso histórico, según señala Barriola. Los pleitos entre los propietarios de la torre y el pueblo se remontan cinco siglos. “Las primeras referencias de estos conflictos datan de 1536”, observa Barriola. Según se desprende de los documentos de la época, los dueños de Ibero extraían de los montes comunales de Leitza la madera y el agua que necesitaban para hacer funcionar sus ferrerías, con derecho a utilizar el río Urumea y las 426 hectáreas de monte comunal, origen del conflicto.

Los muros de Ibero guardan mucha historia. En su tiempo dio cobijo a Beltrán de Guevara, que defendió estas lindes junto con 40 caballeros y 100 guerreros. La decadencia de Ibero, principalmente de su ferrería, llegó en el siglo XIX con la industrialización. Por ello, los propietarios optaron por arrendar el caserío. Esta situación se mantuvo hasta finales del siglo XX, cuando se fueron sus últimos moradores. Desde entonces, la situación empeoró más, con el tejado de la torre desplomado y la vegetación apoderada de la zona.

Situada a orillas del Urumea cerca de Goizueta, frontera de malhechores tras la ocupación militar de Castilla en 1200 de Gipuzkoa, Álava y Duranguesado, esta torre fue destruida en varias ocasiones y vuelta a construir. El edificio actual se remontaría a la época de Carlos II, entre 1349 y 1387. En este lugar comenzó el ataque de los castellanos en la conquista de Navarra.

La madera de los bosques y la fuerza de las aguas vivas y rápidas de Leitza durante siglos hicieron funcionar las ferrerías, que transformaban el mineral en hierro. Ya en documentos del siglo XIV hay noticia de las ferrerías más antiguas como las de Urto, Urdiñola… o Ibero. Esta última fue declarada ferrería mayor en 1752. Entonces producía 114.300 kilos de hierro al año.

El pasado año la dirección general de Cultura-Institución Príncipe de Viana declaró como Bien Inventariado la ferrería, la torre y demás edificaciones del paraje de Ibero, al que se accede por un puente de piedra de sillería". 


"www.noticiasdenavarra.com"                                  
16-6-2015                                  
(resumen)                                  



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