2015-09-26

Labrit-Redin


la construcción aparece en los planos de 1794

El Ayuntamiento reconstruirá el puente de madera que unía en el siglo XVIII el frente amurallado de Magdalena con el Baluarte Bajo de Guadalupe y los fosos

Con esta actuación a final de año se habrá completado la imagen original de ese frente,
uniendo circularmente los bastiones de Labrit y Redín

AYUNTAMIENTO DE PAMPLONA - Viernes, 11 de Septiembre de 2015 - 


Imagen del proyecto del puente de madera que el Ayuntamiento reconstruirá en el frente amurallado de Magdalena con el Baluarte Bajo de Guadalupe y los fosos.
Imagen del proyecto del puente de madera que el Ayuntamiento reconstruirá en el frente amurallado de Magdalena con el Baluarte Bajo de Guadalupe y los fosos. (AYUNTAMIENTO DE PAMPLONA)


PAMPLONA. En los planos de 1794 consta la existencia en Pamplona de un puente de madera, construido de forma provisional en un momento tardío del diseño de la fortificación, una estructura que unía los baluartes de Labrit y el del Redín. Salvaba la distancia entre ambos bastiones desde el final del camino extramuros al que se sale por la caserna del Labrit –una “puerta” extraoficial de la muralla- y la zona más pegada a la muralla del Baluarte Bajo de Guadalupe. Su función era meramente militar porque, además de comunicar el Frente de Magdalena y el Frente de Francia, permitía que los soldados que se hallaban en los fosos del Portal de Francia pudieran acceder también al Baluarte Bajo de Guadalupe en caso de ataque.

Tras la rehabilitación del Frente de Magdalena y el hallazgo de los mechinales y apoyos de piedra originales del puente, el Ayuntamiento de Pamplona en colaboración con los arquitectos Marta y Miguel Monreal Vidal ha preparado un proyecto para recuperarlo con su estructura inicial y su imagen histórica. Según el proyecto esta es una oportunidad que no se da en ningún otro punto de la ciudad y es, además, “la imagen visual más adecuada para la zona”.

El uso del recuperado puente será ciudadano, ya que su construcción permitirá realizar un camino circular entre ambos bastiones. Este elemento contribuirá, además, a mejorar la accesibilidad a la parte antigua de la ciudad, desde la entrada del Camino de Santiago, conciliando los usos del patrimonio fortificado con el entorno de Arga, zona de interés paisajístico. La actuación cuenta con un 65% de financiación europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Un puente “volado”, anclado sobre la muralla
El diseño de este puente, reconstruyendo el del plano del siglo XVIII del ingeniero Antonio Hurtado, se basa en un sistema de “vigas en vuelo”, único en el recinto amurallado de Pamplona. En el trozo de lienzo que se aprecia entre el final del paseo extramuros y el Baluarte Bajo de Guadalupe, se ven tres huecos. Allí irían encajadas tres grandes escuadras de madera de (jácenas o vigas principales) que soportarían una estructura de dos niveles: en un primer nivel vigas colocadas longitudinamente entre los dos estribos del puente y que formarían una cuadrícula con las escuadras en las que se apoyan y, sobre ellas una superficie continua que sería la que apreciaría el paseante. Toda la madera sería de roble, cepillada y proveniente de explotaciones sostenibles.

La inserción de las escuadras en el lienzo se haría como en el puente original pero con anclajes ocultos a través de varillas de acero y resinas, para garantizar su estabilidad. Para rematar con seguridad el elemento se instalaría una valla de protección lateral similar a la que existe en un plano que refleja el diseño de puente de la Puerta del Socorro de la Ciudadela. Según los estudios históricos aunque este diseño concreto es 30 años posterior al de la estructura que se va a ejecutar, sigue siendo válido. Pese a que parte del puente del baluarte en origen sería levadizo, el Consistorio ha apostado por dejar una estructura permanente, aunque completamente desmontable que, además, presentará un cerramiento del mismo material y estilo en su acceso al Baluarte Bajo de Guadalupe para permitir regular el paso.

Un entorno arbolado e iluminado
Tras la finalización del Plan Paisajístico de la zona el entorno del futuro puente es un espacio ajardinado en la base del Frente de la Magdalena, con árboles y laderas de césped. En el momento de la ejecución del plan se actuó sobre la masa arbórea para sanearla, aclararla y evitar que los ejemplares más próximos a la muralla pusieran en peligro su estabilidad. Entre los nuevos árboles plantados hay hayas, arces, serval blanco, árbol del hierro (Parrotia persica) y cornejo florido, una combinación que busca colorido y variedad en el paisaje con el paso de las estaciones.
El puente no tendrá ninguna iluminación especial, salvo la ornamental del propio frente amurallado que se mantiene en invierno hasta las 22 horas y en verano hasta la 23, como el resto de la iluminación de ese tipo.

Financiación europea
Este viernes termina el plazo de presentación de ofertas de las empresas especializadas en restauración patrimonial, ya que éstas deberán enfrentarse al tratamiento de los sillares donde se anclarán las grandes escuadras. Las empresas requerirán contar también con carpinteros que puedan reproducir la estructura en madera de roble. El procedimiento ha sido realizado por invitación.
El presupuesto inicial de ejecución es de 44.893 euros y cuenta con financiación de la UE a través de los Fondos FEDER, dentro del Programa Operativo de Cooperación territorial España-Francia-Andorra 20017-2013. La UE se hará cargo del 65% del importe y el Consistorio del 35% restante. Según los términos especificados en el pliego de características del contrato, la estructura podría estar en uso a finales de año.





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